En la zona externa del ojo podemos distinguir varias secciones dentro de las que destacan el iris, la parte colorida y circular ubicada en el centro del ojo. Delante del iris y el cristalino podemos distinguir una membrana transparente circular llamada córnea y a su alrededor, una zona de color blanco llamada esclerótica cubierta por una especie de membrana llamada conjuntiva.
Existen muchas enfermedades que afectan la conjuntiva, una de ellas es una especie de tejido que crece en el ojo y dificulta la visibilidad. De esto nos ocuparemos en este artículo: de la carnosidad en el ojo. ¿Qué es?, ¿Por qué sale?, ¿Cuál es la causa principal?. Si te interesa conocer las respuestas a estas interrogantes, te invitamos a que continúes leyendo.
▷¿De qué hablamos en este artículo?
¿Qué es en sí la carnosidad del ojo o pterigión?
Quizás has notado una tela transparente en el ojo de algunas personas o en el tuyo, a eso se le llama carnosidad o pterigión. Es una especie de tejido de carácter benigno que puede crecer en la conjuntiva cubriendo la parte interna de la esclerótica, donde se empieza a extender poco a poco hasta llegar a la córnea. Por lo general no representa ninguna molestia en su etapa inicial, sin embargo a medida que avanza puede cubrir buena parte de la zona del iris y causar dificultad en la visibilidad o en casos más severos perder buena parte de esta.
La carnosidad regularmente es un tejido transparente y delgado, pero a medida que avanza puede hacerse más grueso y pueden aparecer vasos sanguíneos que le den un tono rojizo de mal aspecto. A medida que el tejido que se va formando se hace más grueso y su presencia se hace más notoria, los pacientes dicen manifestar un síntoma común que se identifica con la sensación de tener un objeto o cuerpo contundente en el ojo.
Cuando el tejido carnoso alcanza el área de la córnea, la visión tiende a perder claridad y a medida que avanza y cubre buena parte del iris y del cristalino nuestra capacidad visual va disminuyendo, llegando a un punto tal en que podemos perderla, si no frenamos su avance a tiempo. La carnosidad puede manifestarse en ambos ojos, aunque puede crecer de manera distinta en cada uno. También hay casos muy frecuentes en los que solo se desarrolla en un solo ojo.
Regularmente esta enfermedad se presenta en personas adultas y es muy poco probable en niños o jóvenes. La tasa más alta de personas con este padecimiento son las personas mayores de 40 años.
Causas principales de la carnosidad en el ojo
Las causas principales de la carnosidad en el ojo no quedan del todo claras, sin embargo el principal factor al que se suele responsabilizar por este padecimiento es a la falta de lubricación. Al parecer algunos factores pueden hacer que las lágrimas no puedan mantener una capa idónea de humedad en el ojo y en consecuencia la mucosa ocular puede irritarse. Lo factores que comúnmente se señalan son:
Exposición prolongada a la luz solar
La radiación de los rayos ultravioleta del sol suelen causar sequedad e irritación en el ojo debido a que demanda una mayor cantidad de humedad y si las glándulas encargadas de esta función no pueden cubrir dicha demanda el ojo puede terminar irritado.
Exposición constante a factores irritantes como el viento o el polvo
Las personas que trabajan en espacios abiertos o regiones áridas frecuenta este tipo de condiciones, el viento y el polvo disminuye la humedad natural del ojo demandado una mayor cantidad de lágrimas, que comúnmente el organismo no puede cubrir.
Reducción de las horas de sueño
Este es otro factor importante dado que durante el sueño los ojos están cerrado y la humedad se mantiene intacta, en cambio al reducir la hora de sueño se aumentan los periodos de vigilia y su tiempo bajo estrés o tensión es mayor.
Edad avanzada
Los cambios hormonales que acompañan el paso de los años también puede generar una disminución en la capacidad de hidratación del ojo.
A modo de conclusión
Aunque no existe un consenso que determine la causa real del pterigión o la carnosidad en el ojo, se recomienda tomar medidas básicas que pueden servir como atenuantes. Evitar la exposición a los rayos solares con el uso de lentes de sol con protección UV, Gorras o sombreros en las horas más fuerte de radiación solar, lágrimas artificiales y respetar tus horas de sueño puede ser unas medidas bastante eficientes para prevenir cualquier inconveniente.