Se conoce con el nombre de «Joroba de búfalo» a la almohadilla de grasa dorsocervical o por crecimiento anormal del hueso superior de la columna que se le forma a algunas personas. Aunque no es considerada una enfermedad grave, puede producir molestias y por eso lo mejor es conocer sus causas y las posibles alternativas para corregirla y reducirla. No se debe confundir con la curvatura de la columna en el cuello producida por la osteoporosis, llamada cifoescoliosis; pues ésta provoca una forma anormal, pero por sí sola no causa grasa excesiva en la parte posterior del cuello. En este artículo te mostraremos todo lo que debes saber sobre sus causas, como evitarla y ejercicios para ésta que también es llamada giba de búfalo.
▷¿De qué hablamos en este artículo?
Causas de la Joroba de Búfalo
Esta lipodistrofia genera incomodidad en los movimientos y dificultades no solo para vestirse sino en la apariencia o estética, razón que conlleva complejos. Veamos cuales son sus posibles causantes:
- Puede ser causada por diferentes factores y la rapidez o el tamaño que alcanza, dependen de cada persona. En primera instancia, se relaciona con el síndrome de Cushing del cual es un síntoma. En éste síndrome, los nódulos de grasa se deben al hipercortisolismo o exceso en la producción de cortisona.
- Otra de las posibles causas de la aparición de la joroba de búfalo, es el uso de algunos medicamentos para pacientes con VIH. En éste caso aparece como un efecto secundario produciendo una lipodistrofia, que ocurre cuando algunas partes del cuerpo acumulan grasa y otros componentes, mientras que otras acumulan grasa y desechos.
- La obesidad extrema es un factor que contribuye a su desarrollo si la persona tiene la predisposición.
- Tumores, quistes y otros crecimientos anormales también se pueden formar en esa zona, creando una joroba.
- Otros casos pueden ser el resultado de una curvatura anormal del hueso en la columna vertebral.
- También es producida por el uso prolongado de esteroides, incluyendo prednisona, cortisona e hidrocortisona.
- La osteoporosis puede causar deformidades óseas. Si tienes esta condición, la columna puede curvarse, lo que puede desencadenar en un aspecto de joroba similar al de grasa dorsocervical. Esto se conoce como la cifoescoliosis .
- Si a una de las causas anteriores se le suma la “mala postura”, la joroba se incrementará y las molestias serán cada día mayores. En caso de que esto suceda hay que tomar medidas en casa o pedir apoyo médico.
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Otras posibles causas de su aparición
Si la joroba empieza a aparecer después del uso de algún medicamento, se le puede pedir al médico el cambio de dosis o incluso la suspensión y cambio de medicamento.
No hay datos exactos sobre la población que más se ve afectada con la joroba de búfalo porque no discrimina, pero muchas mujeres que en la actualidad toman algunas medicinas como corticoides y sufren de obesidad, la tienen.
Cómo evitar la joroba de búfalo: ¿Se puede eliminar?
La mejor forma de evitar la molesta giba de búfalo es ejercitando el cuerpo y alimentándose en forma sana. Además se puede prevenir su formación adoptando correctas posturas y usando elementos al alcance de todos en el hogar o la oficina para sencillos ejercicios.
- Ponte de pie en una esquina y estira los brazos hasta tocar la dos paredes y realiza un estiramiento de cuello y espalda para relajarte. Es un excelente ejercicio si pasas muchas horas sentado o de pie sin ninguna actividad física.
- Coloca algún libro grande o varios pequeños sobre la cabeza e intenta mantenerte erguido por unos minutos.
- Utiliza el palo de una escoba y colócalo en medio de los brazos por la espalda y mantente así por unos minutos varias veces al día.
- Pídele ayuda a alguien para que con una pañoleta o correa, te amarren a la silla, obligándote así a estar con la espalda derecha el mayor tiempo posible.
Además…
- Es importante protegerse de la osteoporosis mediante el consumo de la cantidad diaria recomendada de calcio y vitamina D. Si usted tiene una condición médica que le impide absorber el calcio de los alimentos, lo mejor es consumir un suplemento recomendado por un médico especialista.
Siempre consulte al especialista antes de aumentar el consumo de calcio, especialmente si usted está tomando medicamentos o si tiene un historial familiar de osteoporosis.
Ejercicios para disminuir la joroba de búfalo
Los cuidados caseros como primera medida, la dieta y el ejercicio pueden ayudar a la persona a bajar de peso y pueden aliviar algunas jorobas debidas a la obesidad extrema.
Ejercicio #1
Estirar los extensores del cuello y corregir así una posición adelantada de la cabeza para que las vértebras del cuello se mantengan en su posición apropiada. Estos músculos incluyen el trapecio superior, el iliocostal, el esplenio, el músculo semiespinal de la cabeza, el músculo largo del cuello, el músculo largo de la cabeza y los interespinosos.
Se pueden hacer ejercicios en una máquina de pesos colocando la parte posterior de la cabeza sobre la almohadilla para el cuello. Luego se lleva el cuello hacia adelante para completar una hiperextensión en la máquina.
Ejercicio #2
Otro ejercicio muy recomendado es el de extensión de la cadera boca abajo. Fortalece la espalda y coloca el cuello de nuevo en una posición saludable. Mejora la postura y fortalece la zona central de todo el cuerpo.
Se hace de la siguiente manera: Acostarse sobre el vientre y colocar las manos en el suelo con una mano cruzada por encima de la otra. Luego Recostar la frente en las manos para que el cuello se vaya hacia atrás. Después se estiran las piernas con el empeine de los pies contra el suelo. Mantén el frente de la pelvis y los huesos de la cadera en contacto con el suelo todo el tiempo. Por último, levantar del suelo la pierna izquierda recta y apretar el glúteo izquierdo. Esto extiende el lado izquierdo de la cadera. Bajar la pierna al piso, y repetir con la derecha.
Ejercicio #3
Como último ejercicio, retraer el cuello en forma de estiramiento para corregir una posición adelantada de la cabeza. El músculo esternocleidomastoideo del cuello se alarga durante este ejercicio. El músculo esplenio también se estira.
Para realizar este ejercicio, haz lo siguiente: Pararse o sentarse con la espalda recta y los pies separados muy poco. Luego se colocan las manos en la cadera. Se Inclina el mentón hacia abajo, sin curvar los hombros. Mantener los omoplatos hacia atrás, intentando juntarlos. Se lleva o retrae el cuello hacia atrás lo más lejos que se pueda. Sostén un poco ahí y después relajate.
¿Se puede operar la joroba de búfalo con liposucción?
Afortunadamente existe una solución en este tipo de problema estético, y es la liposucción que quitará la grasa localizada de la zona posterior del cuello. Sin embargo, lo mejor es tratar la joroba atacando directamente la enfermedad subyacente que la causó. En algunos casos, la cirugía cosmética puede quitar el depósito de grasa. Pero, si es causado por una enfermedad subyacente, la joroba puede aparecer de nuevo.
La operación para quitar la joroba se realiza con micro incisiones que no dejarán cicatrices, y con anestesia local y sedación. Es un procedimiento quirúrgico de tipo ambulatorio que con los cuidados post-operatorios adecuados brindará una mejor calidad de vida.
¿Por qué se acumula grasa en la parte posterior del cuello?
El problema estético puede estar relacionado con alguna patología secundaria. Cuando no está relacionado con una patología, se debe a obesidad o a causas genéticas que hacen que el tejido adiposo se acumule en ésta zona. Y si las causas son estéticas se debe a razones genéticas que hacen que la grasa se acumule en ciertas zonas.
Si la causa es patológica esta deformidad es debida al tratamiento crónico del VIH (SIDA) con fármacos antiretrovirales, síndrome de Cushing, cifoescoliosis, osteoporosis, o corticoides en tratamiento prolongado.
Vídeo con más información:
Si conoces personas que tengan esta incómoda joroba de búfalo, comparteles este artículo para que conozcan sus causas, como evitarla y los ejercicios que pueden realizar para corregirla.
Referencias
-Tsoukis MA, Mantzoros CS. Lypodystrophysyndromes. In: Jameson JL, De Groot LJ, de Kretser DM, et al, eds. Endocrinology: Adult and Pediatric. 7th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2016:chap 37
-Stewart PM. La corteza suprarrenal. En: Kronenberg HM, Melmed S, Polonsky KS, Larsen PR, eds. Williams Libros de Texto de Endocrinología. 11th ed. Philadelphia, PA: Saunders Elsevier; 2008:chap 14