Se entiende por congestión nasal, llamado coloquialmente «estar mormado», a la obstrucción de las vías respiratorias. Esta obstrucción hace que el simple hecho de respirar se vuelva complicado. Regularmente se debe a una inflamación de la membrana mucosa, producto de alguna infección viral, bacteriana, o una simple reacción alérgica. Una vez que ya está la manifestación palpable de este síntoma, ¿qué podemos hacer?, ¿existe algún remedio casero que permita aliviar la congestión nasal naturalmente?, ¿lo mormado de la nariz se puede tratar de igual forma en un bebé recién nacido?, ¿cuáles son las recomendaciones principales?. Todas estas interrogantes las respondemos a continuación.
▷¿De qué hablamos en este artículo?
Remedios caseros para lo mormado en adultos
Para combatir la congestión nasal primero que nada debemos tomar una serie de hábitos que pueden resultar muy beneficiosos para la salud de nuestras fosas nasales. Las prácticas más utilizadas a la hora de descongestionar la nariz son:
La inhalación de vapores de agua
Existen diversas formas de hacer esta técnica, pero en principio la idea es la misma: que los vapores humedezcan la mucosa, la dilaten y la expandan para facilitar la entrada de aire. Se puede hacer colocando una olla con agua al fuego hasta que hierva, después con mucho cuidado la llevamos a un lugar firme, cubrimos nuestra cabeza con una toalla, la colocamos aproximadamente a treinta centímetros de la olla, e inhalamos los vapores hasta que el agua se enfríe. Podemos repetir esta acción cada dos o cuatro horas, dependiendo del grado de congestión. Se puede maximizar los beneficios de la inhalación de vapores de agua agregando hojas de eucalipto al agua hirviendo, jengibre, ajo, cúrcuma o manzanilla. La mayoría de estas plantas tienen acción descongestionante y antiinflamatoria útiles para solucionar estas afecciones.
Los baños con agua caliente también son una buena acción descongestionante, al igual que el consumo de infusiones calientes, principalmente la de jengibre y la de cúrcuma. También es recomendable hacer baños de sauna.
Lavados nasales con sal
Los lavados con solución salina tienen un uso bastante considerable a la hora de quitar lo mormado de la nariz. Podemos preparar una solución para destapar la nariz con agua con sal y utilizar una jeringa de succión o un aspirador nasal.
La proporción es: en una taza de agua previamente hervida, una vez esté fría agregar 3 cucharaditas de sal y 1 cucharadita de bicarbonato de sodio y mezclar bien. Después se debe introducir esa solución de agua con una jeringa en cada fosa nasal, inclinándonos hacia la otra fosa nasal para que el agua escurra por ahí y realice bien el lavado.
Cómo quitar lo mormado a un bebé recién nacido
Los recién nacidos por tener un sistema inmune tan débil son muy propensos a sufrir congestiones nasales, sin embargo, no tienen la capacidad cognitiva ni motora para exponerlos a inhalaciones de vapores de agua tal como lo puede hacer un adulto. En estos casos lo mejor que podemos hacer es valernos de un humidificador y colocarlo en su habitación para evitar que respiren aire muy seco. Si no disponemos de uno, podemos valernos de un par de ollas con agua hirviendo y las colocamos en su habitación a una distancia prudente de la cuna del bebé. Cuando se enfríe el agua de la olla número uno, colocamos la olla número dos y de esta manera podemos alternar las ollas para evitar el aire seco de la habitación. Lo ideal es que siempre haya aire húmedo hasta que el bebé se descongestione.
También puedes irrigar su naricita con agua hervida fresca, adquiriendo una bombita especial o las jeringas de succión que venden en las farmacias. Si esto aún te resulta muy complicado para ti y para tu bebé, puedes intentar tratar la congestión con un aspirador nasal, aunque solo te será útil en los caso de aumento de la mucosidad.
Últimas recomendaciones y precauciones
Lo primero es suplementar con plantas que refuercen el sistema inmune como la equinácea o alimentos ricos en vitamina C, como los cítricos, (principalmente naranjas, mandarinas y kiwis). Evita la exposición a sustancias irritantes de la mucosa nasal como el cloro, el mentol, el humo, etcétera. Si sufres de alguna reacción alérgica evita el contacto con las sustancias que te la producen.
También debemos descartar cualquier problema en el tabique nasal o la existencia de algún tumor que esté obstruyendo las vías respiratorias.
A modo de síntesis podemos destacar el especial cuidado que debemos tener a la hora de aislar los elementos alérgenos, los productos irritantes, ácaros, y cualquier exposición a olores que puedan incidir en la inflamación de la mucosa nasal.
Si a la hora de dormir notamos que lo mormado de la nariz es más fuerte, podemos intentar acostarnos boca arriba con una inclinación bastante pronunciada; esto lo podemos lograr adicionando un par de almohadas o unos edredones doblados debajo de nuestra cabeza.
Mucha precaución con los tiempos que nos dure la congestión, pues si tenemos más de siete días y no notamos alguna mejoría o los síntomas empeoran, posiblemente la causa debe ser más complicada y por lo tanto puede ameritar la intervención de un especialista. En los casos de congestión nasal acompañada con fiebre recurrente, es recomendable que acudas al médico lo más pronto posible.