Al escurrimiento o goteo nasal también se le conoce como rinorrea y además de la gripe puede ser causado por alergias, cambios repentinos en el clima o exposición a elementos irritantes. En este artículo abordaremos este tema, la rinorrea o escurrimiento nasal, ¿de qué trata?, ¿existe algún remedio para eliminarlo?, ¿cuáles son los más efectivos?, ¿cómo tratarlo en casos de niños?. Todas estas interrogantes las respondemos a continuación.
▷¿De qué hablamos en este artículo?
¿Con qué aliviar el escurrimiento nasal?
La rinorrea se caracteriza por la excreción de un flujo por la nariz transparente. Esta congestión nasal suele ir acompañada de ojos llorosos y estornudos en los casos de alergias; de ser así lo más recomendable es el consumo de algún antihistamínico (compuestos que reducen o eliminan las alergias). En la naturaleza la ortiga puede cumplir muy bien esta función por ser considerado un excelente antihistamínimo natural. Lo ideal es consumir cápsulas de ortiga: entre 250 y 500 mg al día suele ser la dosis más recomendada. Además, es recomendable aumentar el consumo de cítricos como el limón, la naranja, la mandarina o el kiwi, por su alto contenido de vitamina C.
Por otro lado, las técnicas máss utilizadas para eliminar el escurrimiento nasal transparente son las siguientes:
La irrigación de la nariz con una solución salina
Suele resultar altamente efectiva en estos casos, ya que te ayuda a expulsar la flema y limpiar la mucosa nasal, lo que puede ayudar a reducir el escurrimiento excesivo. Se realiza combinando en una taza de agua filtrada o previamente hervida 3 cucharaditas de sal + 1 cucharadita de bicarbonato de sodio. Puedes usar alguna jeringa para irrigar la solución por cada fosa nasal, inclinándote en el lavamanos hacia el lado contrario para que el agua escurra por ahí, y repetir el procedimiento por el otro lado. Solo debes tener cuidado de no causar una irritación tal que pueda terminar en sangrado de la nariz.
Inhalación de vapores de agua
Otra técnica ampliamente recomendada para estos casos son los vahos o vapores de agua. Te puedes valer de un tazón en el agregues el agua hirviendo y con un paño que caiga sobre tu cabeza y llegue al fondo del tazón, inhala el vapor de agua hasta lograr una descongestión total de la nariz. Asegúrate de colocar el tazón sobre una superficie estable y toma todas las precauciones para que no te quemes. Puedes repetir este procedimiento cada tres o cuatro horas. Tomar baños de sauna, consumir infusiones calientes o un caldo humeante puede generar buena parte de estos beneficios.
Sonarse la nariz
Este es un acto aprendido tan generalizado que muchas veces parece instintivo. Resulta ser muy eficaz después de realizar los dos procedimientos anteriores, pues expulsamos toda la flema acumulada y el alivio es inmediato.
Remedios caseros para escurrimiento nasal en niños
En los casos de escurrimiento nasal en niños, la cuestión suele tornarse complicada pues a esa edad tan temprana no hay posibilidad de que logren aprender a soplarse la nariz. La aplicación de soluciones nasales debe hacerse con mucho cuidado pues podemos causar ahogamiento si el agua transita por otras vías. Ni que hablar sobre la posibilidad de inhalar vapor de agua, pues puede ser muy peligroso.
Podemos intentar con la aplicación de baños con agua tibia, paños tibios sobre el área de las fosas nasales o la utilización de algún humidificador en la habitación del bebé o niño pequeño. En todo caso el uso de aspiradores nasales suele ser la recomendación más habitual a la hora de tratar el escurrimiento o goteo nasal en niños.
¿Por qué tengo escurrimiento nasal y no tengo gripe?
Al principio te comentamos que la gripe suele ser la causa principal del goteo nasal y que éste escurrimiento no es una enfermedad como tal, sino que se trata de una manifestación sintomática de un mal mayor. Por ende, en los cuadros de escurrimiento nasal sin gripe, las principales responsables de estas molestias suelen ser las reacciones alérgicas. En este caso lo más efectivo es identificar el agente causante de la reacción alérgica, y aislarlo.
Cosas tan cotidianas como el polvo, el polen, los pelos de las mascotas, la presencia de ácaros, los olores fuertes o el consumo de algunos alimentos en específico, pueden desarrollar la reacción alérgica. Si eliminamos al factor desencadenante evitaremos el síntoma que este genera.
Los cambios bruscos de temperatura pueden influir negativamente en los casos de escurrimiento nasal. Recordemos que en la nariz, los cornetes nasales deben regular la temperatura del aire que entra al cuerpo, por ello los cambios bruscos de temperatura pueden generar una aumento en la secreción de mucosa, que luego puede derivar en un goteo por la nariz.